Atrys Health, fundada hace una década a raíz de la fusión de dos compañías, es hoy un referente en el sector salud y diagnóstico por imagen. Presente en Europa y Latinoamérica, ha logrado consolidarse como un conglomerado de cerca de veinte empresas gracias a una estrategia bien ejecutada de crecimiento inorgánico: la estrategia roll-up.
Este enfoque, cada vez más común en sectores fragmentados, permite escalar rápidamente a través de adquisiciones sucesivas. ¿El objetivo? Ganar tamaño, eficiencia y liderazgo en el mercado.
La estrategia roll-up es un modelo de crecimiento empresarial basado en la adquisición o fusión de múltiples empresas independientes —habitualmente pequeñas o medianas y del mismo sector— por parte de una compañía matriz. El fin es construir una entidad más grande y competitiva, con mayor poder financiero, una oferta más amplia y una posición dominante en su mercado.
Es especialmente eficaz en sectores atomizados, donde abundan los negocios locales y las barreras de entrada son reducidas. En estos entornos, integrar empresas permite optimizar estructuras, reducir competencia y escalar operaciones.
1. Economías de escala
Unir varias compañías del mismo sector permite reducir costes redundantes, negociar mejores condiciones con proveedores y ofrecer una gama de servicios o productos más completa. Esto se traduce en mayor rentabilidad operativa y márgenes más sostenibles.
2. Mayor poder de negociación
La empresa consolidada gana peso en su sector, lo que le otorga más fuerza para negociar con clientes, proveedores e instituciones. Con menos competencia directa, mejora su posicionamiento y su capacidad de cerrar acuerdos estratégicos.
3. Fortalecimiento de marca
La ampliación del alcance geográfico y de la base de clientes eleva la notoriedad de la marca. Una empresa más grande transmite solidez y genera mayor confianza entre inversores, partners y consumidores.
Aunque las ventajas son claras, también existen riesgos que pueden poner en jaque el éxito del proceso si no se gestionan correctamente:
Elevado endeudamiento: muchas operaciones se financian con deuda, lo que incrementa el riesgo financiero si no se alcanza la rentabilidad prevista.
Para minimizar riesgos y maximizar el valor, es clave planificar cada etapa del proceso:
1. Identificación de empresas objetivo
El primer paso es definir criterios claros (ubicación, nicho, sinergias, tamaño, etc.) para detectar compañías compatibles con la estrategia de consolidación.
2. Due diligence Una auditoría integral permite evaluar la salud financiera, legal, operativa y cultural de las empresas objetivo, y detectar riesgos ocultos.
3. Negociación del acuerdo
El precio, la estructura de la transacción y los compromisos post-adquisición deben negociarse con detalle. Contar con asesores en M&A es esencial.
4. Integración post-adquisición
Los primeros 100 días son decisivos. La alineación de procesos, cultura, equipos y comunicación marcará el éxito o fracaso de la operación.
Además de Atrys, empresas como Vivendi (medios de comunicación), Compass Group (servicios de restauración) o ServiceMaster (limpieza y mantenimiento) han aplicado con éxito esta estrategia para crecer en mercados altamente fragmentados.
La estrategia roll-up es una herramienta poderosa para escalar negocios en sectores fragmentados. Cuando se ejecuta con criterio, permite transformar empresas locales en actores nacionales o internacionales. Pero no basta con adquirir: hay que integrar, consolidar y construir una empresa más fuerte y sostenible.