Aunque parezca una obviedad, las fusiones y adquisiciones de empresas (M&A) tienen sentido siempre y cuando el valor de la operación sea superior al que había previamente. Es decir, que tras adquirir una segunda compañía o fusionarse con ella, el resultado dé una empresa con mayor valor del que se tenía previamente. Y es que, a veces no solo basta con sumar números. Para tener certeza de que el negocio resultante generará valor es necesario tener en cuenta las sinergias entre las firmas, analizar cada una de ellas y ver qué beneficios pueden aportar.
La mayoría de las sinergias suelen ser de carácter estratégico. De hecho, tal y como señala Pablo Rodríguez-Solano, director en Deal Strategy en KPMG, las principales razones para llevar a cabo una operación son las siguientes: “consolidar la cuota de mercado, expandirse geográficamente y expandir la base de clientes o las líneas de negocio”.
Las sinergias en el proceso de M&A hacen referencia a aquellos beneficios y ventajas que la unión de las compañías puede generar. Por ejemplo, si se fusionan dos compañías de venta de muebles, una sinergia es la cuota de mercado, que aumentará, otra puede ser la expansión geográfica, con el aumento de locales físicos. Pero también, se dan otras sinergias financieras como la de costes o ingresos. Por eso, vamos a ver en profundidad qué sinergias deben ser analizadas en un proceso de fusiones y adquisiciones.
Generalmente son dos sinergias principales, que se subdividen en varias categorías: las estratégicas y las financieras. Las primeras, las estrategias, tienen que ver con el posicionamiento de la empresa, que debe tender a aumentar tras la operación. Mientras que, las financieras son aquellas que pueden ahorrar costes y optimizar los beneficios al fusionarse.
Son aquellas que tienen que ver con la posición de la empresa. Las más importantes son las referentes a consolidar o aumentar la cuota de mercado, expandir el alcance geográfico, ser una buena oportunidad en términos de valoración, aumentar la base de clientes, entrar en nuevas líneas de negocio y seguir creciendo en el sector.
Si se sigue el ejemplo anterior, en el que se fusionan dos empresas dentro del mismo sector, se ven claramente las sinergias estratégicas. A la hora de aumentar la cuota de mercado, habrá que mirar en qué regiones está cada una de las empresas, cuántas tiendas físicas tienen, cómo es su negocio online, etc. Si una de ellas tiene más presencia en una parte del país y la otra empresa tiene más en la otra parte, es una sinergia muy positiva porque se aumentará la cuota de mercado, la base de clientes y el alcance geográfico en una misma operación.
Sin embargo, si son dos empresas muy similares y en la misma zona geográfica, la sinergia será la de aumentar cuota de mercado y base de clientes, no así la expansión geográfica. Por tanto, hay que tener en cuenta diversos factores que influyen en todos esos aspectos.
En cuanto a las sinergias financieras es fundamental mirar cómo afectará a los costes y a los ingresos. Generalmente, cuando se da una fusión o adquisición varios departamentos se integran, generando una reducción del personal y un ahorro en los costes laborales. También se pueden optimizar los costes a la hora de tratar con proveedores, si es el mismo sector, o en el transporte.
En cuanto a los ingresos, si la compañía tiene áreas de negocio diferentes o una presencia geográfica diferente, entonces se producirán más ingresos para la compañía matriz, que debería ser compensado con un ahorro de los costes para que tenga sentido.
En cualquier caso, todas estas sinergias dependen de cada sector y cada operación. Si son empresas del mismo sector o no lo son, si tienen presencia física y dónde, si tienen presencia online y cuánta y un largo etcétera. Pero, lo más importante es que el resultado de la sinergia sea el de crear una empresa más grande, más fuerte y con una optimización de los costes y un aumento de los ingresos.
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