El M&A proviene de la frase en Inglés Mergers and Acquisitions, qué en español significa fusiones y adquisiciones. La fusión hace referencia a la unión existente entre dos o más compañías con el fin de conformar una nueva empresa, la cual se crea a través de la fusión de estas empresas. En cambio, la adquisición se refiere a la compra total o parcial de una empresa según las condiciones planteadas y, por lo tanto, puede integrar a su sociedad o mantener su independencia.
La principal ventaja de las fusiones y las adquisiciones es, principalmente, el crecimiento inorgánico que experimenta la empresa a través de la operación. Este tipo de crecimiento, mucho más rápido que el crecimiento orgánico logrado a través de meses y años desarrollando el negocio, puede aumentar la competitividad, eliminar duplicaciones, racionalizar los costes y puede ayudar a conseguir un mayor rendimiento.
Además, se consigue consolidar el negocio y una posición más fuerte en el mercado, ya que la compra e integración de la empresa implica la adquisición de marcas, carteras de clientes, relaciones con proveedores….
Sin embargo, es muy importante hacer un buen análisis previo para que estas ventajas vayan a materializarse tras la operación, con tal de comprobar su viabilidad, la existencia de sinergias y el valor de estas, su potencial a nivel financiero y operativo y la relación de estos factores con el coste que supone la adquisición o fusión. Un análisis previo deficiente y poco exhaustivo puede provocar los efectos contrarios a los deseados.
Actualmente, los retornos superiores contrastados de las estrategias de crecimiento inorgánico frente a otros modelos de crecimiento e inversión, así como la mayor facilidad de circulación de capitales e información en todo el planeta gracias a la tecnología, y la necesidad de todo tipo de inversores de buscar rentabilidades atractivas, están haciendo que el mercado global de fusiones y adquisiciones esté batiendo récords en cuanto al volumen de transacciones. No debemos olvidar que los procesos de compraventa son uno de los métodos más utilizados para el crecimiento de las empresas y el crecimiento inorgánico se está consolidando como la manera más eficaz y rentable respecto a otras vías de crecimiento empresarial.
Junto a este crecimiento están surgiendo “nuevas necesidades” y es esencial que vayan de la mano de la tecnología ya que ésta puede ayudar a acelerar los procesos y minimizar los riesgos operativos existentes, logrando que el trabajo sea más eficiente.
Las nuevas tecnologías y la digitalización de la economía están transformando los modelos de negocio, y la industria del M&A no es la excepción, sino que está viviendo transformaciones profundas a la hora de enfocar y estructurar las operaciones, con tal de aumentar la agilidad y eficiencia.
La importancia del ciclo
En el deporte, se entrena para estar en buena forma física y para ganar. Del mismo modo, en la economía, las compañías se entrenan para llegar a ser lo más rentables posibles y tratar de generar el máximo valor posible. Como la mayoría de cosas en la vida, todo esfuerzo tiene recompensa y todo camino tiene su final. De esta forma, muchos emprendedores, al final de su carrera, deciden o bien pasar las riendas del negocio a la siguiente generación familiar o bien monetizar todas las horas de esfuerzo con la venta de la compañía.
La venta de una compañía, división o parte de los activos es un acontecimiento relevante para los accionistas, el equipo directivo, los trabajadores y otros interesados. Es un proceso intenso, que requiere un esfuerzo importante y suele alargarse entre 4 y 6 meses. Hay distintos motivos que impulsan a las compañías a tomar una decisión de estas características. En cuanto a tipos de operaciones, los principales son: