Casi el 90% del tejido empresarial español está formado por compañías familiares. En total, 1,1 millón, responsables del 67% de puestos de trabajo del sector privado (6,5 millones de empleos) y del 57,1% del PIB, según datos del Instituto de Empresa Familiar (IEF). Y muchos de estos negocios están levantados por la generación del babyboom, lo que que significa que en menos de una década comenzarán a jubilarse.
Sin embargo, la ausencia de planificación o, directamente, la falta de un sucesor ocasionan que tanto esfuerzo de la generación emprendedora se ponga en peligro. De hecho, sólo un tercio de las empresas familiares consigue llegar a la segunda generación. De ellas, el 10% sigue activa en la tercera y únicamente un 5%, en la cuarta, según IE University.
Los problemas que suelen aparecer relacionados con la sucesión en las pymes se tienen que abordar con tiempo y planificación, ya que, de lo contrario, pueden comprometer la continuidad del negocio. Entre los más relevantes, se encuentran los siguientes:
Sin duda, lo mejor es vender la empresa cuando está aún en su mejor momento. Esta solución cuenta con numerosas ventajas. Detallamos algunas de ellas.
Se trata de poner en valor el esfuerzo de años hasta hacer rentable la empresa. Esto permite al empresario jubilarse o cambiar su proyecto de vida sin considerar que su duro trabajo se ha perdido.
Por otro lado, en la actualidad, son muchos los posibles compradores que facilitan que se incremente su precio. Algunos nuevos empresarios encuentran más ventajoso comprar una empresa ya constituida que partir de cero creando la suya. De esta forma, no solo se evita papeleo y tiempos de espera hasta constituirla, sino que puede rentabilizar su prestigio ya consolidado.
Gracias a esta alternativa, el empresario puede jubilarse cuando desee. De esta forma, no solo cuida su salud y gana calidad de vida, sino que su cansancio vital por la edad no merma la competitividad de la organización.
Te planteamos cuatro consejos que te resultarán de gran ayuda:
Has de tener en cuenta tanto el valor financiero como el emocional. En el caso del financiero, lo puedes calcular a partir de los márgenes de beneficios, los ingresos que te proporciona, el valor de los activos, etc. Respecto al valor intangible, considera aspectos como el prestigio de la marca, las buenas relaciones con los clientes y proveedores, los empleados, etc.
Sería ideal una persona con una visión parecida a la tuya y que esté dispuesta a pagar un precio justo. Sin embargo, aunque no es imposible, suele ser poco probable. Por esta razón, plataformas de M&A, como la nuestra, constituyen una ayuda inestimable. Gracias al digitalización, ponemos a pymes y potenciales inversores, reduciendo el tempo medio en formalizar una venta a 90 días, frente a los 9-12 meses que suele llevar una operación tradicional.
De este modo, comprenderás todas las implicaciones legales y fiscales que conlleva la venta de tu empresa. Además, te ayudarán a encontrar comprador y a mediar para la consecución de la venta al mejor precio posible.
Como has podido comprobar, los problemas por la ausencia de relevo generacional de buena parte de nuestras pymes pueden ser resueltos gracias a la tecnología. ¿Quieres encontrar un socio? Lo primero, pon en valor tu negocio en tan solo 2 minutos de forma gratuita y confidencial.